HISTORIA

del proyecto

“La historia de este proyecto es una historia de vida, una historia de convicción y de esfuerzo compartido, hecho posible por un equipo de gente que me acompaña, muy excepcional. Quizás la mayor fortaleza es saber rodearse de buenas personas, ir encontrando profesionales de gran altura intelectual y con un compromiso firme con la infancia y la adolescencia.”
Eva Martín

¿Qué nos lleva a crear un colegio?

Si nos remontamos a los orígenes, a la semilla, enlazamos con la historia de Eva Martín, la directora, maestra de Educación Infantil y psicomotricista, quien tras estudiar magisterio, se unió como voluntaria a un proyecto de alfabetización para mujeres gitanas. Al año se convirtió en coordinadora del proyecto, descubriendo que la parte de gestión y organización le apasionaba tanto como la educación.

Pero el gran acicate para crear un colegio fue conocer de cerca las experiencias pedagógicas de más de 400 coles por toda España a partir de un taller de resolución de conflictos en el aula, en el que tuvo la oportunidad de saber qué ocurría en las aulas y en los centros educativos. Conocer la soledad del maestro, la falta de responsabilidad de algunos equipos directivos, el cuestionamiento al profesorado por parte de las familias, la visión de las familias de algunos maestros y entre todo esto, los niños y niñas, chicos y chicas que esperan que los adultos se pongan de acuerdo.

En 2010 iniciamos la andadura en una escuela infantil en Madrid Norte, la Escuela Reggio en Las Tablas. El reto: conocer y profundizar los primeros años de vida de un ser humano, cómo se construyen los vínculos y cómo los niños empiezan a tramitar la vida. Combinamos Reggio y Pikler que eran las dos líneas pedagógicas que más sabían de la primera infancia, y además sumamos la Psicomotricidad Aucouturier. Iniciamos la colaboración con la Universidad Autónoma, algo que ha resultado clave para este proyecto uniéndolo a la innovación e investigación, y trabajamos día a día con niños y familias, mano a mano siempre reflexionando, formándonos y proponiendo.

Después de mucho trabajo y mucha dedicación, a los 6 años decidimos iniciar un nuevo proyecto que nos permitiera crecer con los niños y con sus familias, queríamos el Colegio Reggio hasta los 17 años. Tardamos dos años en escribirlo, entre todos imaginamos el tipo de colegio que queríamos ser, lo llevamos al papel: casi 200 páginas de principios y criterios pedagógicos en todas las etapas, con la reflexión marco de cómo abordar el conocimiento sin perder las ganas de aprender.

Alquilamos un edificio y juntamos a profesionales que venían de otros centros o iniciaban su camino por primera vez. Los alumnos fueron llegando y poco a poco, con mucho esfuerzo, con aciertos y muchos errores, fuimos iniciando nuestro colegio. El edificio escondía una sorpresa muy desagradable: no cumplía algunos de los requisitos de la normativa y la administración nos informó que debíamos dejarlo. Después de muchas conversaciones y con la ayuda de muchas personas, conseguimos tiempo. Tiempo para construir un nuevo proyecto arquitectónico, para localizar un terreno, para desarrollar un proyecto arquitectónico, para conseguir las licencias necesarias y para construirlo. Han sido necesarios 4 años.

El 7 de septiembre de 2022, abre nuestro colegio en San Enrique de Ossó 48, en el Encinar de los Reyes (Madrid), en un edificio espectacular. Nuestro colegio por fin.

Ahí empieza una nueva etapa. La historia continúa…

El 7 de septiembre de 2022, abre nuestro colegio en San Enrique de Ossó, 48. en el Encinar de los Reyes, Madrid, en un edificio espectacular, nuestro colegio por fin. 

HISTORIA

del proyecto

“La historia de este proyecto es una historia de vida, una historia de convicción y de esfuerzo compartido, hecho posible por un equipo de gente que me acompaña, muy excepcional. Quizás la mayor fortaleza es saber rodearse de buenas personas, ir encontrando profesionales de gran altura intelectual y con un compromiso firme con la infancia y la adolescencia.”
Eva Martín

¿Qué nos lleva a crear un colegio?

Si nos remontamos a los orígenes, a la semilla, enlazamos con la historia de Eva Martín, la directora, maestra de Educación Infantil y psicomotricista, quien tras estudiar magisterio, se unió como voluntaria a un proyecto de alfabetización para mujeres gitanas. Al año se convirtió en coordinadora del proyecto, descubriendo que la parte de gestión y organización le apasionaba tanto como la educación.

Pero el gran acicate para crear un colegio fue conocer de cerca las experiencias pedagógicas de más de 400 coles por toda España a partir de un taller de resolución de conflictos en el aula, en el que tuvo la oportunidad de saber qué ocurría en las aulas y en los centros educativos. Conocer la soledad del maestro, la falta de responsabilidad de algunos equipos directivos, el cuestionamiento al profesorado por parte de las familias, la visión de las familias de algunos maestros y entre todo esto, los niños y niñas, chicos y chicas que esperan que los adultos se pongan de acuerdo.

En 2010 iniciamos la andadura en una escuela infantil en Madrid Norte, la Escuela Reggio en Las Tablas. El reto: conocer y profundizar los primeros años de vida de un ser humano, cómo se construyen los vínculos y cómo los niños empiezan a tramitar la vida. Combinamos Reggio y Pikler que eran las dos líneas pedagógicas que más sabían de la primera infancia, y además sumamos la Psicomotricidad Aucouturier. Iniciamos la colaboración con la Universidad Autónoma, algo que ha resultado clave para este proyecto uniéndolo a la innovación e investigación, y trabajamos día a día con niños y familias, mano a mano siempre reflexionando, formándonos y proponiendo.

Después de mucho trabajo y mucha dedicación, a los 6 años decidimos iniciar un nuevo proyecto que nos permitiera crecer con los niños y con sus familias, queríamos el Colegio Reggio hasta los 17 años. Tardamos dos años en escribirlo, entre todos imaginamos el tipo de colegio que queríamos ser, lo llevamos al papel: casi 200 páginas de principios y criterios pedagógicos en todas las etapas, con la reflexión marco de cómo abordar el conocimiento sin perder las ganas de aprender.

Alquilamos un edificio y juntamos a profesionales que venían de otros centros o iniciaban su camino por primera vez. Los alumnos fueron llegando y poco a poco, con mucho esfuerzo, con aciertos y muchos errores, fuimos iniciando nuestro colegio. El edificio escondía una sorpresa muy desagradable: no cumplía algunos de los requisitos de la normativa y la administración nos informó que debíamos dejarlo. Después de muchas conversaciones y con la ayuda de muchas personas, conseguimos tiempo. Tiempo para construir un nuevo proyecto arquitectónico, para localizar un terreno, para desarrollar un proyecto arquitectónico, para conseguir las licencias necesarias y para construirlo. Han sido necesarios 4 años.

El 7 de septiembre de 2022, abre nuestro colegio en San Enrique de Ossó 48, en el Encinar de los Reyes (Madrid), en un edificio espectacular. Nuestro colegio por fin.

Ahí empieza una nueva etapa. La historia continúa…

El 7 de septiembre de 2022, abre nuestro colegio en San Enrique de Ossó, 48. en el Encinar de los Reyes, Madrid, en un edificio espectacular, nuestro colegio por fin.