LA ARQUITECTURA

del Reggio

Las bases de la arquitectura moderna del Colegio Reggio están asentadas en la firme convicción de que el aprendizaje se fomenta en todos los rincones en un único espacio que suprime las diferencias entre alumnos y profesores y que promueve la propria experiencia cotidiana como fuente pedagógica.

“Con una visión fresca, pero fiel a las raíces de la arquitectura de los colegios reggianos, el arquitecto Andrés Jaque ha diseñado un edificio concebido como un ecosistema complejo que dota a los estudiantes de autonomía para dirigir su propio proceso educativo, evitando la homogeneización y los estándares unificados de los colegios tradicionales...

En el Colegio Reggio pedagogía y arquitectura van de la mano en total armonía. Ambas consiguen que el proyecto del Colegio Reggio sea único.

 

 

Se le ha dado tanta importancia al espacio porque es considerado el tercer educador, después de los niños y los docentes.

La arquitectura de los colegios suele estar enfocada a la vigilancia y a la homogeneización. Éste no es el caso del Colegio Reggio que apuesta por una arquitectura diferente. El diseño arquitectónico está pensado para que los niños desarrollen su propia manera de navegar y ganen acceso a la complejidad social, medioambiental, material y cultural del mundo.

LA ARQUITECTURA

del Reggio

Las bases de la arquitectura moderna del Colegio Reggio están asentadas en la firme convicción de que el aprendizaje se fomenta en todos los rincones en un único espacio que suprime las diferencias entre alumnos y profesores y que promueve la propria experiencia cotidiana como fuente pedagógica.

“Con una visión fresca, pero fiel a las raíces de la arquitectura de los colegios reggianos, el arquitecto Andrés Jaque ha diseñado un edificio concebido como un ecosistema complejo que dota a los estudiantes de autonomía para dirigir su propio proceso educativo, evitando la homogeneización y los estándares unificados de los colegios tradicionales...

En el Colegio Reggio pedagogía y arquitectura van de la mano en total armonía. Ambas consiguen que el proyecto del Colegio Reggio sea único.

Se le ha dado tanta importancia al espacio porque es considerado el tercer educador, después de los niños y los docentes.

La arquitectura de los colegios suele estar enfocada a la vigilancia y a la homogeneización. Éste no es el caso del Colegio Reggio que apuesta por una arquitectura diferente. El diseño arquitectónico está pensado para que los niños desarrollen su propia manera de navegar y ganen acceso a la complejidad social, medioambiental, material y cultural del mundo.

El Colegio Reggio está concebido como una progresión vertical que, de abajo hacia arriba, apila una planta inferior vinculada al suelo donde se sitúan las aulas de los alumnos más pequeños;

una segunda planta en las que las aulas de alumnos en estados intermedios de su formación conviven con grandes tanques de agua y tierra de los que depende un bosque interior que ocupa las plantas superiores bajo un cerramiento similar al de los invernaderos industriales.

Las aulas de los alumnos mayores se organizan como un pequeño pueblo alrededor de este bosque interior, en una disposición en la que la progresiva madurez implica también un aumento de la capacidad de explorar el ecosistema del colegio por sí mismo.

El Colegio Reggio está concebido como una progresión vertical que, de abajo hacia arriba, apila una planta inferior vinculada al suelo donde se sitúan las aulas de los alumnos más pequeños;

una segunda planta en las que las aulas de alumnos en estados intermedios de su formación conviven con grandes tanques de agua y tierra de los que depende un bosque interior que ocupa las plantas superiores bajo un cerramiento similar al de los invernaderos industriales.

Las aulas de los alumnos mayores se organizan como un pequeño pueblo alrededor de este bosque interior, en una disposición en la que la progresiva madurez implica también un aumento de la capacidad de explorar el ecosistema del colegio por sí mismo.

La segunda planta está concebida como el dispositivo de convergencia social del colegio.

Allí se encuentra un gran espacio de 500 metros cuadrados que funciona como un ágora cosmopolítica en la que vegetación, agua y tierra sirven de soporte para un programa cambiante de gimnasio, salón de actos, aula de arte y espacio de reunión o asamblea de la comunidad educativa de niños, padres y profesores.

Las instalaciones del colegio, la gestión de residuos y el almacenaje se convierten en parte de los procesos a los que la arquitectura del colegio da acceso, con el propósito de que los niños y la comunidad escolar crezcan y evolucionen en la discusión común de los procesos de los que dependen sus vidas; en una dinámica de transparencia material imbricada en el sistema de circulación del edificio.

 

Andrés Jaque es el fundador de OFFPOLINN, una oficina internacional de innovación arquitectónica con sedes en Nueva York y Madrid, que en los últimos años ha desarrollado algunos de los proyectos más influyentes del panorama internacional.

La Casa Sacerdotal de Plasencia, COSMO MoMA PS1, los Escaravox en Matadero Madrid, la transformación del Centro de Arte 2 de Mayo o la Casa en Never Never Land.

OFFPOLINN tiene una alianza permanente con Columbia University (Nueva York), donde Andrés Jaque dirige el Advanced Architectural Design Department; el más importante laboratorio del mundo para la invención espacial y urbana.